10 años de DEPORTV . Resistencias y desafíos

Apostar al juego colectivo frente a la cancha inclinada

DEPORTV se propuso contrarrestar la lógica mercantilista que predomina en los canales deportivos. Su historia se inscribe en una larga tradición de lucha de los medios públicos que, políticos por definición, apuntan a construir un nuevo espacio para el deporte, la cultura y la educación. Una irrupción cultural que proyecta la mirada pública del deporte como engranaje cultural.


Publicado: 2.3.2023

Por: Luty Gargini 

Categoría: Medios 


El canal público de deportes llega a su décimo aniversario transitando un proceso de recuperación, luego de toparse con una administración que intentó transformar su rol y su funcionamiento para ponerlo al servicio de intereses minoritarios y privados. A pesar de la pandemia y la crisis económica mundial, ha logrado comenzar a reponerse de un vaciamiento que – entre 2016 y 2019 – lo despojó de contenidos, presupuesto e infraestructura, en línea con una impronta de gestión específica: profundizar la despolitización de la sociedad.

Por definición, según fueron gestados en nuestro país, todo medio público es indefectiblemente un actor político. Debe disputar sentidos y propiciar el derecho humano a la información, construir federalismo e inclusión activamente y desarrollar una agenda que pueda cruzar los límites de la hegemonía y las normas del mercado, acompañando los cambios tecnológicos y digitales. Es decir, debe caminar al ritmo de su tiempo.

DEPORTV es una señal sin intereses comerciales ni fines de lucro. Desde sus inicios se enfocó en eventos clave a nivel nacional e internacional, privilegiando siempre la participación de los deportistas nacionales y regionales con una mirada integradora y alejada de la utopía meritócrata

El deporte ha cobrado mucha fuerza como factor de cambio social y ha sido históricamente un elemento cultural central para aglutinar y apuntalar la vida en comunidad. Por eso DEPORTV tiene que existir y seguir creciendo.

Como canal público, tiene la responsabilidad de visibilizar al deporte en todas sus facetas, más allá de la mera competencia, educando e informando con perspectiva de género y libre de violencia. Al igual que sus pares Encuentro y PakaPaka nació enmarcado en la Ley de Educación Nacional 26.206, que reivindica la televisión educativa y busca articular el derecho a la comunicación con el derecho a la educación. Se trata de una mirada ineludible en un mundo en el que las herramientas virtuales y audiovisuales son engranajes centrales en el desarrollo de la identidad nacional y la formación de las personas.

 

Hacer frente al desguace

Todo ese proceso de construcción se detuvo bruscamente en 2016. Hasta el año anterior, el canal público de deportes había formado parte de Educ.ar Sociedad del Estado y en ese marco articulaba con el Ministerio de Educación y su comunidad la generación de contenidos, con una mirada federal e inclusiva. El objetivo estaba puesto en visibilizar la mayor cantidad de disciplinas posibles y llegar con ellas a todo el territorio nacional de manera abierta, gratuita y de calidad, ya sea con transmisiones en vivo, con programas culturales, documentales y de ficción. El sistema para la generación de estos contenidos era moderno y eficiente, y permitía además un transparente control de los recursos. Pero eso cambió notablemente con el arribo de la nueva administración.

DEPORTV nació enmarcado en la Ley de Educación Nacional, con el fin de articular el derecho a la comunicación  con el derecho a la educación, en un mundo en el que las herramientas virtuales y audiovisuales son engranajes centrales en el desarrollo de la identidad nacional.

Con el traslado de los canales a la órbita del Sistema Federal de Medios Públicos, DEPORTV fue desguazado y reducido a su mínima expresión. El caudal de producción disminuyó más del 50%, la calidad técnica y estética dejó de ser una condición imprescindible para sus contenidos y los noticieros, programas, micros y series fueron eliminados. Como consecuencia de estas decisiones, quedó interrumpida también una red virtuosa y federal que generaba trabajo a través de casas productoras externas y fomentaba el desarrollo de la industria audiovisual a lo largo y a lo ancho del país.

El marco global de estas políticas fue el ajuste, un recorte agresivo de presupuesto e infraestructura que se alimentó, a su vez, de la escasez de diálogo entre los/as trabajadores/as y la dirección. Sobrevinieron más de dos años de “paritaria cero”, despidos masivos, retiros voluntarios forzados y desconocimiento del convenio colectivo de trabajo del SATSAID. Se eliminaron áreas enteras, algunas muy esenciales como la que se dedicaba a la accesibilidad de los contenidos o a su promoción, y sobrevoló durante años la amenaza latente de mudar la sede de los canales fuera del Espacio Memoria en el que se encuentran emplazados desde su origen. Las pantallas se llenaron de programas repetidos, el tiempo se estancó. 

Así, DEPORTV quedó al límite de su funcionalidad, algo que la asamblea de los medios públicos denominó “apagón operativo”. El lema “Sin trabajadores no hay medios públicos. Sin medios públicos no hay democracia” sostuvo un plan de lucha que duró casi cuatro años y que estuvo acompañado en todo momento por el Sindicato Argentino de Televisión.

Desafíos colectivos

La pelea colectiva se volvió esencial para conseguir torcer algunas decisiones. En el camino, se consolidó una organización y un trabajo en conjunto con la Televisión Pública y la Televisión Digital Abierta (TDA) que tuvo como resultado la reincorporación de varios/as trabajadores/as, algunos aumentos y bonos paliativos y la defensa férrea del convenio colectivo del SATSAID.

DEPORTV tuvo en esta etapa de lucha un rol muy importante. A pesar de la merma en la calidad, caudal y contenido, persistían en su pantalla algunas transmisiones en vivo, por lo que las medidas de fuerza podían hacerse notar. Aquellas esporádicas emisiones se explican por otro suceso clave: la autogestión de sus trabajadores/as. Ante una acefalía en la práctica cotidiana, los equipos de producción comenzaron a trabajar de manera cuasi cooperativa y articulando con actores externos, como las federaciones deportivas, quienes hicieron aportes presupuestarios y logísticos para que sus disciplinas se mantuvieran vivas en la pantalla. Sostenerse y sobrevivir era el principal objetivo de la señal. Y así sucedió.

Todo medio público es indefectiblemente un actor político que debe caminar al ritmo de su tiempo

Con tal historia en la mochila, DEPORTV festeja su primera década orgullosamente, pero sin olvidar que casi la mitad de ese tiempo debió resistir a su desaparición. Fue un recorrido difícil y de aprendizaje, que debe permanecer en la memoria colectiva y ser protagonista en la proyección de su futuro. En respuesta a esos años de vaciamiento, el desafío de la actual gestión ha sido – pandemia mediante – reconstruir los medios estatales, reconectarse con la comunidad educativa a nivel federal, recuperar su esencia plural y ponerlos al servicio pleno de la sociedad para un mejor ejercicio democrático. Falta mucho por hacer, pero el camino es claro y la voluntad política también, y esto ha quedado demostrado con varios hitos como la transmisión del Torneo de Fútbol Femenino, la recuperación de las series con contenidos de alta calidad y las coberturas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio y del Mundial de Catar 2022, entre otros.

Las señales públicas de nuestro país son ejemplo a nivel mundial y su carácter vanguardista las dota de una gran capacidad de proyección. En los últimos tiempos, en parte como consecuencia del crecimiento del movimiento de mujeres y disidencias a nivel mundial, el deporte ha cobrado mucha fuerza como factor de cambio social. Y, particularmente en nuestro país, ha sido históricamente un elemento cultural central para aglutinar y apuntalar la vida en comunidad. Por eso DEPORTV tiene que existir y seguir creciendo. 

Hay que insistir en el juego colectivo, aunque las reglas cambien. Hay que quedarse en la cancha, aunque por momentos se incline en nuestra contra. En las huellas que dejó el vaciamiento hay que sembrar futuro, en las que el verde césped volverá a crecer.


Esta nota fue escrita por

Luty Gargini 

Luty Gargini trabaja en TV desde el 2002. Está diplomada en Política y gestión deportiva y en Deporte y géneros. Se incorporó a DEPORTV en febrero de 2015 en las áreas de Promoción y artística, Convergencia web y, actualmente, Producción delegada.

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