MARRÓN, POR CANAL ENCUENTRO

“Nuestro antirracismo se construye con conciencia de clase” 

Creado para visibilizar y reivindicar las pieles y las caras que históricamente fueron marginadas –incluso dentro de los ambientes progresistas–, el colectivo Identidad Marrón participa de charlas y acciones a través de un gran abanico de espacios y lenguajes que, con el estreno de Marrón. Antirracismo en tiempo presente, sumó a la televisión pública educativa como plataforma. A lo largo de cuatro capítulos, el arte marrón irrumpe como una fuerza creativa de choque, contando historias de vida y conquistando espacios hasta ahora relegados para sus creadores. En esta entrevista, Alejandro Mamani, referente del colectivo y uno de los protagonistas de “Marrón”, y Abril Carissimo, una de sus contenidistas, amplían algunos de los conceptos vertidos en la serie de Canal Encuentro.


Publicado: 12.07.2022

Por: Natalia Laube

Categoría: Entrevistas


RP

¿Cómo definirían el antirracismo que construye Identidad Marrón? O, mejor dicho, ¿cuáles son los puntos que diferencian la militancia del colectivo respecto de otros movimientos antirracistas del mundo?

Alejandro Mamani

Creo que una gran diferencia con los movimientos del Norte Global es que nosotros planteamos un antirracismo con conciencia de clase. Somos muy conscientes de que la brecha de acceso a las oportunidades se da por múltiples factores, que también son socioculturales. No somos Estados Unidos, no somos Europa, tenemos en cuenta que hablamos desde y para un país con inflación, problemas coyunturales, tasas de escolarización deficiente y alto porcentaje de empleo irregular. Nuestro contexto es distinto desde el vamos, y eso está presente en el antirracismo que construimos. Nuestro continente además tiene la particularidad de haber sido un continente colonizado, en el que los habitantes originarios han sido relegados en términos sociales e históricos. Pero ellos siguen existiendo y nosotros, los marrones –que tenemos una ancestría indígena borrada pero evidente– también. Y una de las mayores disputas que tenemos, quizá la primera, es la visibilización: dar cuenta de que existimos, de que somos muchos y de que no tenemos las mismas posibilidades. Preguntémonos, por ejemplo, cuál es el porcentaje de personas marrones e indígenas que ingresan al Colegio Nacional de Buenos Aires, al Pellegrini, a los buenos lugares llenos de gente buena, con inquietudes y conciencia social, de la que te pregunta cuál es tu pronombre y suscribe a movimientos como el de Black Lives Matters. La respuesta no nos sorprenderá.

RP

La intro del programa, que se repite en los cuatro capítulos, construye un doble destinatario. Por un lado, parecería que buscan hablarles a sus pares (“¿Cuál es la barrera invisible que está delante de nosotros, que no deja que las personas marrones ingresen a determinados espacios?”). Por otro, hay una clara interpelación a los blancos (“estamos vendiéndote las verduras y los productos de almacén, limpiando las casas”). ¿Dirían que este doble destinatario es también el de todas las acciones de Identidad Marrón?

Alejandro Mamani

Sí, para nosotros es súper importante interpelar a una blanquitud que por lo general se siente muy segura de que es el canon, pero no dejar de hablarles a nuestros pares, a nuestras familias, a nuestros abuelos…

Abril Carissimo

Que no siempre se reconocen como sujetos racializados, porque durante muchos años naturalizaron muchas conductas de discriminación hacia ellos. 

Alejandro Mamani

De ahí viene nuestra apuesta por construir un lenguaje que puedan entender todos, que llegue a la mayor cantidad de gente posible. Porque somos conscientes de que si hacemos hilos de Twitter llenos de palabras académicas, de conceptos traducidos de otras culturas, le vamos a estar hablando mucho más al white savior (del inglés, “salvador blanco”) que a nuestros pares. También los guiones del programa se armaron con esa búsqueda. Hoy muchas otras formas de comunicar, abordajes más académicos, esta no es la única, quizá esta no sea la correcta, quizá estemos equivocados. Pero si estamos equivocados, qué más da: el error no es solo un permiso que pueden darse los blancos.

RP

¿Qué creen que aporta a la lucha de Identidad Marrón el estreno de Marrón. Antirracismo en tiempo presente?

Alejandro Mamani

Creo que, más allá de que tenemos la posibilidad de llegar a mucha gente nueva, para nosotros tiene un valor muy simbólico que este debate tenga pantalla en un canal público y educativo. Y que esta lucha visibilice también en otros países a los que puedan llegar los contenidos del canal, porque lo que estamos haciendo es cuestionar esa idea que muchas veces toda Latinoamérica tiene de que Argentina es un país de blancos. Implica la posibilidad de decirle a toda esa gente que tiene esa imagen: “Ustedes conocen solo una pequeña burbuja de argentinos, que existe mayoritariamente en Capital Federal y en una determinada clase social”. Y es una disputa que trasciende nuestras fronteras contar también en otros lugares que Argentina no está hecha solamente de los argentinos que descienden de los barcos.

RP

Una de las decisiones más interesantes del programa es que los mismos productores –en su mayoría, blancos– aparezcan en primer plano en algunos capítulos. ¿Cómo fue el diálogo entre ustedes, Canal Encuentro y Un Puma, la casa productora a cargo de la realización, para encontrar esos procedimientos audiovisuales?

Abril Carissimo

El trabajo fue realmente colaborativo. Nosotros llevamos algunas ideas y conceptos que nos interesaba que estuvieran presentes en el programa, pero obviamente había muchísimas cosas vinculadas a lo audiovisual que no sabíamos. Y nos pareció importante aclarar que las personas con las que estábamos desarrollando este proyecto –y las que generalmente ocupan espacios en el mundo del arte, en instituciones culturales, en la producción de contenidos–, son gente blanca, y que estábamos entablando este diálogo junto a ellos. Juntos encontramos las distintas formas de que  eso estuviera presente: a través de una entrevista que nosotros les hicimos a ellos, invirtiendo los roles, o a través del recurso de cruzar un espejo mientras da su testimonio uno de los entrevistados, para que el espectador pudiera ver quiénes eran esos otros que estaban detrás de cámara. Lo que siempre nos resulta importante contar es que hay diferencias pequeñas, cotidianas, en las maneras en las que nos criamos, en las maneras en las que percibimos muchas cosas. Y que eso está presente, todo el tiempo. Hay muchas cosas que yo charlo con mis compañeros de Identidad Marrón y después, cuando quiero traducirlas a la gente de la facultad o a gente de otros espacios de mi vida, no me es fácil, a veces parece que partimos de códigos distintos, que hablamos otro idioma.

Alejandro Mamani

Y además estaba la posibilidad de traer la pregunta por el rol de los aliados blancos en la lucha antirracista, que es una es una es una pregunta súper interesante que no nos hacemos solo nosotros, sino todos los movimientos antirracistas a nivel global.

Tiene un valor muy simbólico que este debate tenga pantalla en un canal público y educativo, que esta lucha se visibilice también en otros países a los que puedan llegar los contenidos de Encuentro, cuestionar esa idea que muchas veces toda Latinoamérica tiene de que Argentina es un país de blancos.

RP

El gran enclave narrativo de Marrón es el arte: no solo se incluyen muchísimos testimonios con artistas del colectivo, sino que una las imágenes que funcionan como leitmotiv del programa es la de la inversión del indio y la cautiva que aparece en La vuelta del malón, el cuadro de Ángel Della Valle que se puede ver en el Museo Nacional de Bellas Artes. ¿Por qué optaron por contar desde ahí?

Abril Carissimo

Agarrarnos del arte fue una estrategia, primero porque muchos de los que formamos parte del colectivo somos artistas y nos entusiasmaba hablar de lo que hacemos. Y, además, el arte tiene una capacidad de transmisión muy grande, permite hacer el ejercicio de comunicar las experiencias personales, volverlas colectivas y, a su vez, de generar empatía en otros. Por último, también nos pareció que había una posibilidad ahí: para las personas racializadas, en general el arte es una posibilidad medio lejana. Muchas veces internalizamos que no es para nosotros, que nos corresponde dedicarnos a otras cosas. 

Alejandro Mamani

Exacto, fue también una decisión política. El arte, igual que otros campos del saber, suele ser una actividad asociada a determinados apellidos, a determinada clase, está muy vinculado con la blanquitud. Mostrarnos en contacto con el arte era también una forma de decir “no es cierto que la clase no condiciona, que todo el mundo elige libremente qué estudiar y a qué dedicarse, pero igual: acá estamos”.

Integrantes del colectivo Identidad Marrón

RP

Para cerrar: uno de los testimonios más contundentes de la serie es el de Walter Lezcano que, entre otras cosas, dice que “Argentina es un país que jamás te deja olvidarte de tu condición de marrón”. ¿Coinciden con él?

Abril Carissimo

Creo que muchas personas solamente ven que están siendo racializadas cuando se enfrentan a una situación de dicriminación, y les cuesta más ver que existe todo un contexto que vuelve mucho más dificultoso el acceso a ciertos espacios. Me parece que, justamente, cuando empezás a entrar en “lugares blancos”, sí empezás a notar que, de cierta forma, siempre está presente la diferencia.

Alejandro Mamani

En Argentina, el Poder Judicial, la salud, las instituciones culturales, el sistema educativo de élite y el sistema universitario están hechos para la clase media blanca. No solo me refiero a que se espera que sean los blancos quienes dirigen esos espacios, sino que incluso están hechos para receptar esas corporalidades. Es complejo existir en una sociedad en la que las personas racializadas reciben todo el tiempo miradas de sospecha de las fuerzas policiales, de la seguridad en museos, en supermercados, en casi todos los espacios. Y eso existe con tal nivel de normalización que, cuando lo hablás, mucha gente se sorprende, te dice “ah, sí, puede ser que eso haya pasado, no me di cuenta”. Justamente por eso, hablar en clave de derechos es necesario porque, mucho más allá de un tema de percepciones, o de pequeñas diferencias, se trata de un tema de no igualdad ante la ley, de no igualdad de derechos. Puede ser que uno no esté pensando todos los días en eso pero si te detenés a pensarlo, aparece todo el tiempo el tema de las instituciones chocando contra tu existencia, recordándote que no estás hecho para determinados espacios. Si viste La Sirenita, quizá recuerdes la escena en la que Úrsula le pide a Ariel que ofrende su voz a cambio de hacerse humana. A veces, para nosotros, la existencia se vuelve un poco eso: callarse a cambio de acceder a determinados espacios, no sin antes dejar en claro que estás dispuesto a mantener el statu quo con tu silencio.

Marrón 
Canal Encuentro

Mirá uno de los capítulos

Esta entrevista fue hecha por

Natalia Laube

Es licenciada en Crítica de Artes por la UNA y trabaja como periodista, gestora de proyectos culturales y traductora. Entre 2010 y 2015 fue productora en diversas áreas de Canal Encuentro y Pakapaka. En la actualidad escribe sobre artes escénicas y otros asuntos culturales en el suplemento Radar de Página/12 y La Agenda, entre otros medios. Es, además, editora de esta revista. 

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