

CULTURA DEPORTIVA
Fenómeno futsal: ningún hermano menor
Si bien es el deporte más practicado del mundo, el futsal tardó en ser visto como una actividad profesional a la que vale la pena dar seguimiento. Desde julio de 2021, DEPORTV transmite de forma regular los partidos de la liga argentina. En esta nota, Diego Provenzano repasa su historia y algunas claves para adentrarse en su universo fascinante. También enumera las cuentas pendientes.
Publicado: 31.05.2022
Por: Diego Provenzano
Categoría: Apuntes
Una pelota, cinco jugadores o jugadoras por equipo, dos arcos donde intentar convertir goles con todas las partes del cuerpo menos las manos dentro de un campo de juego de dimensiones reducidas en comparación con el fútbol, su matriz. Actualmente, en el mundo y también en Argentina, proliferan las reuniones entre amigos, entre amigas –y también mixtos– que se juntan en una canchita a jugar al fútbol 5, al baby fútbol o al futsal.
Quizás sean muchos los que empezaron a escuchar o conocer en profundidad este deporte a partir del título que la Selección argentina masculina consiguió en el Mundial FIFA de Colombia 2016 o en el subcampeonato en Lituania 2021. También con la televisación que, desde julio de 2021 en forma regular, le da DEPORTV. Pero lo cierto es que el futsal va camino a cumplir 100 años desde su creación. Resumamos, entonces, un poco esa historia.
1930, Uruguay. El primer Mundial masculino de fútbol es un éxito y los locales se consagran campeones. En ese furor, los chicos lo único que quieren hacer es jugar a la pelota, pero faltan canchas y a veces el clima no ayuda. Cuando eso sucede, empiezan a refugiarse en los campos de básquet.
La historia más verosímil sobre su creación está situada en Montevideo y tiene una fecha precisa, en el mismo año del Mundial: 8 de septiembre. De ahí que ese sea el día en que se celebra su “nacimiento”, de la mano de un profesor argentino de educación física llamado Juan Carlos Ceriani. Ceriani había empezado a utilizar el gimnasio de la Asociación Cristiana de Jóvenes, dibujando con tiza los arcos en las paredes. Un tiempo después, echó mano a las porterías del waterpolo para que hicieran las veces de arco.
De hecho, el denominado fútbol de sala o de salón (de ahí el nombre con el que lo conocemos hoy: futsal) acopió reglas y técnicas de varios deportes: el básquet (penalidades, cantidad de jugadores y tiempo de juego), el handball (prohibición de hacer goles desde cualquier lugar, las medidas del campo de juego y los arcos), el waterpolo (reglamentación relacionada a los arqueros), el hockey sobre patines (rotaciones de los jugadores) y obviamente, el fútbol.
Pero hubo que esperar hasta el año 1965 para que se fundara el primer ente oficial internacional de esta disciplina, bajo la denominación de Confederación Sudamericana de Fútbol de Salón (CSFS). En 1971 se creó la Federación Internacional de Fútbol de Salón (FIFUSA) con la finalidad de regir a nivel mundial esta disciplina. Su primer presidente fue el brasileño João Havelange. Sí, el mismo que en 1974 llegó a la FIFA, donde rigió durante 24 años y fue el principal promotor del quiebre de este deporte, en la década del 80, en medio de una disputa con sus anteriores compañeros dirigentes, que incluso escaló a la Justicia.
El futsal acopió reglas y técnicas de varios deportes: tiene elementos del básquet, del handball, del waterpolo del hockey sobre patines y, como no podía ser de otra manera, también del fútbol.
En 1989, en Holanda, Havelange organizó el primer Mundial del “Five a side football” –tal como denominó la FIFA a este deporte en un comienzo, imprimiendo un carácter profesional a la disciplina–. Brasil fue el primer campeón del mundo. La Canarinha, España y Argentina –campeón en Colombia 2016– son las únicas selecciones que, hasta la fecha, estuvieron en todas las ediciones de la máxima cita.
El desembarco en Argentina
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) fue pionera dentro de la estructura de la FIFA en organizar una liga local. En 1986, respondiendo a un pedido directo de Havelange, Julio Humberto Grondona convocó a los clubes más vinculados a su política para cumplir con la solicitud.
Así, bajo las reglas del Fútbol 5, catorce equipos compitieron en forma anual. Estuvieron Boca y River, pero también clubes del ascenso profundo como Fénix y Yupanqui. Rosario Central fue el primer campeón, secundado por Newell´s Old Boys. Ese éxito empezó a enmarcar la importancia que tendría Rosario en el desarrollo.
Ese diseño duró once temporadas, pero con los años bajó notablemente el número de participantes. En consecuencia, Julio Grondona abrió el abanico y dispuso que se incluyera a instituciones no directamente afiliadas a la AFA. ¿Por qué fue una decisión importante? Porque en aquel momento aparecieron a jugar un rol los clubes de barrio. Esos enclaves de donde salieron los jugadores y jugadoras más importantes de la historia de este deporte, que son en muchos casos un refugio, pero también un lugar para generar relaciones y formar personalidades.
Esa época coincidió con el inicio de un importante éxodo de jugadores de futsal a Europa. Los primeros fueron abriendo puertas y demostraron que podían estar a la altura de ligas que eran profesionales desde lo económico. Y fueron la base del salto cualitativo de la Selección argentina. Italia y España siempre fueron los destinos más elegidos.
El principal desafío sigue siendo la federalización. Actualmente hay 42 Ligas del interior de la Argentina que cuentan con torneos regulares de futsal tanto masculinos como femeninos, pero la brecha deportiva aún se mantiene.
Hoy, en el futsal de AFA –que recibió un gran impulso desde la gestión de Claudio “Chiqui” Tapia, un apasionado de este deporte– participan más de 14 mil jugadores y jugadoras (desde los 11 años en adelante, sin límite de edad). Solo en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, son 120 los clubes participando, repartidos en cuatro categorías. El futsal femenino también creció en los últimos años: pasó de tener un único torneo de 11 equipos a contar con tres divisiones, más de 40 clubes y la ampliación de sus divisiones inferiores, clave en el desarrollo.
Pero sin dudas, el principal salto en el conocimiento general de los fanáticos del deporte se dio por la era de Diego Giustozzi y Matías Lucuix. Ambos cambiaron la mentalidad de una Selección masculina que antes se conformaba con competir en los Mundiales y Copas América, y a partir de su llegada se convenció y trabajó para intentar ganarlos.
Así, en los últimos años, llegaron los títulos. Dos Copas América (2015 y 2022), unas eliminatorias grandiosas con victoria histórica sobre Brasil como visitante (2020) y el título de campeón en el Mundial de Colombia en 2016, que estuvo muy cerca de se repetido en Lituania 2021, donde Argentina perdió una cerradísima final ante Portugal (2-1). Ese mundial contó con la televisación de los medios públicos, lo que le dio al futsal aún mayor masividad en el país.

LAS REGLAS
¿Cómo se juega?
El Futsal está regido, en aspectos generales, por las mismas reglas que el fútbol, con algunas salvedades obvias de la disciplina, a saber:
- Son cinco jugadores por equipo (un arquero y cuatro de campo), que pueden hacer cambios ilimitados en cualquier momento del juego, siempre y cuando salgan e ingresen por la zona específicamente demarcada en la cancha.
- Las medidas internacionales de los campos de juego son de 40 por 20 metros, demarcadas con un área semicírculo de 6 metros, un punto de doble penal de frente al arco a 10 metros de distancia y porterías (arcos) de 2×3 metros.
- Los partidos de mayores tienen una duración de 40 minutos, en dos tiempos de 20 y con reloj decreciente que se detiene cuando la pelota sale del campo o el juego se interrumpe. Laterales y córners se reanudan con los pies, y para cada reposición hay un máximo de cuatro segundos que son indicados por los árbitros.
- Los/as arqueros/as pueden tocar el balón solo una vez en su campo (4 segundos máximo), salvo que un rival participe voluntaria o involuntariamente, o se interrumpa el juego. El arquero puede ser reemplazado por un jugador, identificado debidamente.
- Un punto importante son las faltas. Cada equipo puede cometer cinco en cada tiempo y a partir de la sexta falta directa habrá un doble penal. En esos remates sin barrera, los arqueros pueden adelantarse hasta cinco metros de distancia del balón.
- Las tarjetas son amarillas y rojas, igual que en el fútbol. Hay, sí, una diferencia con las expulsiones. Si se trata de un jugador que está en cancha, ese equipo (además de no poder volver a utilizarlo) se quedará con uno menos durante dos minutos de reloj parado o hasta que el equipo contrario convierta el gol, lo que ocurra primero.
“Hoy ya no vamos a los torneos ‘a ver qué pasa’… Desde que llegó Diego y después con Mati nuestra postura para afrontar cada entrenamiento y cada torneo se modificó por completo. El mundo mira a Argentina como un ejemplo a seguir y es nuestra responsabilidad seguir manteniendo la bandera lo más alto posible”, afirmó el excapitán Leandro Cuzzolino, quien se retiró de la Selección tras la consagración en la Copa América de Paraguay, en enero de 2022.
La Selección femenina, dirigida por Nicolás Noriega, tampoco se quedó atrás y es la vigente subcampeona de América (título obtenido en Paraguay 2019). Pero no tiene proyectadas competencias oficiales hasta al menos 2023, lo que representa una deuda inmensa de la Conmebol.
De todas formas, AFA ha impulsado y acompañado a este grupo de jugadoras para intentar darles competencia, como en la reciente gira a los Estados Unidos (febrero 2022), que les permitió reencontrarse luego de la pandemia.
De acá al futuro, el principal desafío sigue siendo la federalización. Más allá que actualmente hay 42 Ligas del interior de la Argentina (afiliadas a la AFA a través del Consejo Federal) que cuentan con torneos regulares de futsal tanto masculinos como femeninos, la brecha deportiva aún se mantiene. La Liga Nacional de Futsal (LNFA), creada en 2018, intenta ser el lugar de acercamiento de esos extremos. Su evolución fue notoria en las tres ediciones que se llevan disputadas (sólo faltó 2020 por la pandemia), más allá que los campeones han sido siempre del torneo de Buenos Aires: Villa La Ñata, San Lorenzo y Barracas Central.
Hay dos puntos principales a mejorar: la infraestructura (un mal que cruza a casi toda la política deportiva argentina) y la formación dirigencial. La primera es más de fondo y necesita del involucramiento de los gobiernos provinciales y nacional para promover espacios de prácticas deportivas. Y el otro responde a una problemática institucionalizada por derecho en muchos aspectos, que es la permanencia en lugares de gestión sin la formación educativa correspondiente. Por suerte, cada vez más, quienes aspiran a ocupar esos lugares buscan estudiar y capacitarse. Será cuestión de tiempo, entonces.
Mientras tanto, el futsal sigue siendo el deporte que más se practica en el mundo. Quizá por la multiplicación de todos los aspectos que más gustan del fútbol (más goles, más remates, más verticalidad, más magia), pero en un espacio reducido, repleto de sueños por cumplir.
Esta nota fue escrita por

Por Diego Provenzano
Diego Provenzano es técnico en Comunicación Social y periodista especializado en Deportes. Fue jugador de futsal hasta 2019 y actualmente es relator y analista de las transmisiones del futsal en DEPORTV. Cubrió los Mundiales FIFA de Colombia 2016 y Lituania 2021 para Pasión Futsal, una web especializada en esta disciplina. Actualmente es editor de Deportes en el diario Clarín.
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