LA IDENTIDAD VISUAL DE ENCUENTRO 

La diversidad de las formas

¿Cómo se define un medio de comunicación que vincula la educación, los contenidos y el diseño? ¿Cómo pensar el diseño de un canal educativo y cultural que tiene por objetivo generar contenidos que refuerzan y, a la vez, reinventan la pertenencia a una comunidad nacional y latinoamericana? Juan Furlino, dedicado hace más de una década a pensar el branding de la señal, busca en este texto algunas respuestas.


Publicado: 23.08.2022

Por: Juan Furlino

Categoría: Medios


¿Cómo se define un medio de comunicación que vincula la educación, los contenidos y el diseño? ¿Cómo pensar el diseño de un canal educativo y cultural que tiene por objetivo generar contenidos que refuerzan y, a la vez, reinventan la pertenencia a una comunidad nacional y latinoamericana, no sólo singular sino también múltiple y diversa?

 Los Estados Nación son unidades lingüísticas y territoriales. La modernidad los convocó también a definirse a través de sus símbolos: una bandera, un escudo, un himno. Una estética y una ética que contribuyen al sentimiento de pertenencia a un colectivo.

 En el mundo contemporáneo, nuestros Estados son otros. Distintos a los modernos, pero siguen en la búsqueda de una estética propia, una narrativa que les permita abrirse paso en un mundo globalizado. Nuestro país tiene una televisión educativa y cultural pública de calidad, entretenida y que, además, funciona como una herramienta pedagógica para las escuelas públicas y privadas. Este fue y es el desafío de Canal Encuentro.

El día de su inauguración en 2006, Néstor Kirchner; entonces presidente, lo definió como “un instrumento de transformación, un canal para todos los argentinos, donde todas las ideas se verán reflejadas y también todas las características formativas que son fundamentales, como un constructor del ser nacional y de identidad nacional”. Aunque el canal recién comenzaba a emitir contenidos, esta clara definición fue un esbozo de la piedra fundacional de lo que sería el canal: la unión de la educación y la comunicación, pensadas ambas como derechos en un mundo que las había mercantilizado, fragmentado, vapuleado. Y ahí, en ese cruce, se evidencia el rol y la función del diseño.

El diseño como medio, como disciplina y como profesión nos transforma porque está enlazado a los contenidos, al sentido, a una narración que busca forjar una identidad.

El diseño como eje transformador, como articulador para mostrar narrativas educativas y comunicacionales y forjar estéticas estatales. El diseño como una potente, veloz y fundamental herramienta de comunicación visual contribuye a recuperar el sentido educativo estipulado en la Ley de Educación Nacional y construye una propuesta renovadora y actualizada para la identidad del canal, su imagen y sus contenidos. Busca instituir un sentido transversal para esta nueva etapa de la señal que se inició en diciembre de 2019.

Una forma de hacerlo es vincularlo a las directrices propuestas por el antropólogo argentino Néstor García Canclini, quien insiste en que la identidad es siempre una construcción y que el relato artístico, folclórico y comunicacional que la constituye se realiza y se transforma en relación con condiciones socio-históricas no reductibles a la puesta en escena. Porque la identidad es teatro y es política: es actuación y es acción.  Esta relación, entonces, señala que la identidad cultural más que una definición es una apuesta colectiva. Entonces: ¿cómo diseñar sabiendo que la identidad es una construcción, pero no a la manera de las “puras invenciones posmodernas” sino como una recreación de una historia propia, la de nuestro continente, la de nuestra Nación, la de nuestra clase, la de nuestro género?

La impronta del registro cinematográfico vinculado con el televisivo constituye esa imagen que representa el canal.

De este modo, sin contenidos no hay identidad posible. No es posible ser forma sin ser contenido. El diseño como disciplina es una herramienta para darle paso a los contenidos y, sobre todo, a la construcción de sentido. Y no hay construcción de sentido posible en el diseño por fuera de una narración. El sentido aparece cuando encontramos el rumbo de lo que queremos decir, lo que queremos contar. Y es en ese punto donde el diseño tiene su principal valor.

 ¿Hasta dónde se pueden articular los lineamientos de diseño y los lineamientos de contenido? ¿Qué relación existe entre ambos? ¿Cuánto influyen la actualidad y la estética en la superficie del diseño? ¿Cuánto de la recuperación del sentido educativo se transmite en el modo de comunicar la imagen de un canal de televisión? ¿Cuál es la apuesta estética desde un enunciador público? Y más aún: ¿qué decisiones tomamos cuando queremos diseñar desde el Estado Nacional?

En sus contenidos Canal Encuentro propone retomar sus valores primarios, vinculados a su función educativa y reforzar su especialidad cultural, su vocación popular y de mayorías. El canal nació como una herramienta pedagógica para acompañar los procesos de enseñanza sin perder de vista llegar a un público mucho más amplio que el que pertenece a las aulas.  Por otro lado, no pierde de vista la conexión con el presente como línea temporal de lo real. La televisión y la convergencia digital, con una evidente inmediatez y retroalimentación, pueden acompañar la idea de transformación social inmediata.

¿Cómo mostrar desde el diseño estos aspectos? En 2020 se inició el trabajo de rediseño del branding de Encuentro junto al estudio The Negra, liderado por Martín Rognoli, Sebi Sánchez y Bruno Somoza. Para esto se recuperaron las ideas que le habían dado origen y se apuntó a una reconstrucción de un conjunto de nociones presentes en el imaginario social: la diversidad en las formas, los colores, los recursos físicos. La ecuación inicial del vínculo entre educación y equidad debían remitir al territorio general de la escuela, entendida como la institución contenedora de las realidades sociales de inclusión, conocimiento, igualdad y posibilidades de una trayectoria de vida.

Los recursos buscaron sistematizar los elementos de la vida nacional, regional y también escolar: las herramientas de ese cotidiano como también, los de las ramas de las industrias culturales y creativas, tradicionales y no tradicionales. Entonces ¿qué objetos podrían activar esa idea? La música y la construcción de su anclaje referencial fueron centrales para llegar a la audiencia. La imagen, la tipografía, la música y la animación buscaron dejar una huella en la identidad.

La representación adecuada para transmitir la idea de que los contenidos son patrimonio de estudiantes, docentes, escuelas, mujeres, hombres, disidencias, hacedores de la cultura. Es decir: de nuestro pueblo.

Para el rediseño de 2020 se recuperaron las ideas que habían dado origen a la señal y se apuntó a la reconstrucción desde un conjunto de nociones presentes en el imaginario social

Retomando al filósofo argentino Rodolfo Kusch, quien se plantea numerosos interrogantes para extender el pensamiento, nos preguntarnos: ¿De qué manera el pensamiento popular se constituye en algo que es mucho más que el cómo? ¿Qué es lo que se constituye, desde qué fondo y con qué fundamento? Kusch se propuso reformular preguntas a partir de un tiempo y un espacio propio y al hacerlo puso en cuestión el sentido mismo de toda la tradición de enseñanza occidental, la significación de las universidades como tales, su destino y el rol que ellas deben asumir hacia el complejo social.

Estas ideas están en la programación actual del canal. Como memoria de lo que buscamos y queremos ser. Hoy la programación recupera la relación entre los contenidos televisivos y las multiplataformas con los procesos de enseñanza de las aulas y los imaginarios culturales, da respuesta a contenidos vacantes en la televisión nacional y regional y busca desde un diseño renovado retomar ese sentido sin olvidar estar atento a un mundo cambiante. 

Para este desafío se profundizó el concepto de esta nueva etapa, que interroga el pasado desde el presente con vistas al futuro; que sostiene su compromiso con los Derechos Humanos; que construye una agenda ampliada de derechos; que incorpora una mirada transversal de géneros; que tiene en el centro el conocimiento, las ciencias, el arte y la cultura.

 ¿Quién narra en una televisión educativa pública? ¿Cómo narra el Estado? ¿Sobre qué temas? ¿Hacia quienes dirige sus contenidos?

¿Cómo se articula el diseño, la visualidad y el vínculo discursivo mediante los contenidos? El debate entre forma y contenido está atravesado y manifestado mediante la programación que es el reflejo directo del marco conceptual y político de las señales educativas. Esta programación no es una fragmentación sino una unidad estética narrativa que también incluye: las tandas, las piezas de promoción, los Identificadores (IDs). Cada uno de los detalles del diseño visual profundizan la función del diseño en relación con los contenidos.

Por lo tanto, Canal Encuentro es una ecuación sintética entre la idea, la forma, los estilos narrativos y los géneros. La confluencia entre la propuesta de identidad y la propuesta estética de los programas. La impronta del registro cinematográfico vinculado con el televisivo constituye esa imagen que lo representa.

 En su libro Mirar, John Berger dice que las fotografías conservan las apariencias instantáneas, pero no narran nada por sí mismas, de ahí la necesidad de que estén acompañadas de palabras, de epígrafes, de un contenido que oriente y contenga la lectura de esas imágenes. Porque, tal como escribe el autor “sólo lo que es capaz de narrar puede hacernos comprender”.

 “El conocimiento nos transforma” funciona como eje transversal de sentido y sus variantes expanden, a la vez, que subrayan el contenido de ese lema: la educación nos transforma, la naturaleza nos transforma, las artes nos transforman, las ciencias nos transforman, el trabajo nos transforma, el amor nos transforma, la amistad nos transforma, la memoria nos transforma…

Y es en ese sentido que el diseño como medio, como disciplina y como profesión, también nos transforma porque está enlazado a los contenidos, al sentido, a una narración que busca forjar una identidad. De este modo es que la educación universitaria asume el rol formador central para brindar una respuesta de calidad del diseño nacional.

Este texto fue publicado originalmente en En línea, la revista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA.


Esta nota fue escrita por

Juan Furlino 

Es egresado de la carrera de Diseño Gráfico en FADU, UBA. Actualmente se desempeña como profesor adjunto de Tipografía XG  (ExGonzález) y es profesor titular de la materia optativa TipoMov (Tipografía y Movimiento). Comenzó a trabajar en  Canal Encuentro en 2009, donde se especializó en diseño Institucional y branding televisivo. Fue el coordinador del área de Diseño de las señales televisivas Encuentro, Pakapaka y Deportv. Desde 2020 es Gerente de Señales en Contenidos Públicos Sociedad del Estado.

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