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Los favoritos de la “generación Pakapaka”
En doce años de existencia, Pakapaka acompañó con sus contenidos a millones de chicos y de chicas que ahora comienzan a dejar la infancia y se preparan para vivir una adolescencia inclusiva y libre. Guiada por la curiosidad por conocer sus recuerdos favoritos asociados a la señal, Inés Hayes entrevistó a algunos de ellos.
Publicado: 12.12.2022
Por: Inés Hayes
Categoría: Medios
Aunque no todes sepamos lo que significa la voz pakapaka en idioma quechua, no hay niño o niña de entre 12 y 16 años que no haya visto alguno de sus programas. Tal vez el más conocido sea El asombroso mundo de Zamba, en el que un niño formoseño recorre la historia argentina y latinoamericana, viajando en el tiempo, con sus amigos y amigas. Pakapaka quiere decir “juego de las escondidas”.
La historia es, a esta altura, conocida: Pakapaka es el nombre que llevaba la franja infantil de Canal Encuentro, pero en septiembre de 2010 creció y tuvo su propio lugar en la Televisión Digital Abierta (TDA), convirtiéndose en el primer canal infantil público y educativo de origen argentino, que en estos doce años de existencia acompañó y vio crecer a toda una generación que va dejando atrás su infancia. “Tenemos el inmenso orgullo de poder presentar en el marco de lo que pensamos debe ser la cultura, la educación y una televisión pública, una señal como Pakapaka, que es un formato absolutamente nacional, hecho por argentinos y argentinas, para argentinos y argentinas”, dijo entonces la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El canal infantil cumplía, además, con el requerimiento de la Ley de Medios que exige que una parte de la programación estuviera orientada a las niñeces.
Lo que más me gusta de Pakapaka es que enseña cosas con entretenimiento y es el único programa para niñes que no tiene propagandas ¡eso está muy bueno! (Teo)
“Lo que más recuerdo es Petit y Minimalitos. Aprendí mucho sobre historia y lo recomendaría para que los niños y las niñas puedan aprender: está muy divertido y aprendés un poco más”, dijo Joni, de 14 años, desde el barrio porteño de Palermo. Su papá Raúl recordó además que cuando nació Pakapaka acababan de mudarse y gracias a que era una señal de la TDA, gratuita y pública, pudieron verlo.
Un año después de haber nacido, fue incluido en la grilla de DirecTV de 7 a 19 horas y a partir de enero de 2014, después de exigir la aplicación del artículo 65 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que establecía que los prestadores de TV paga tenían que incluir en su grilla todas las emisoras y señales públicas del Estado, lo sumaron en la grilla del paquete básico de Cablevisión, llegando a más de 3 millones de abonados.
En febrero de 2015, DirecTV, luego de que su propia audiencia presentara reclamos ante la Defensoría del Pueblo, incluyó en su grilla a Pakapaka junto a otras señales estatales como INCAA TV y DeporTV. Lejos del español neutro de los otros canales infantiles, Pakapaka retoma nuestras formas de hablar y de habitar nuestros suelos, con sus costumbres y su idiosincrasia. “Me gustó mucho Zamba, aprendí muchas cosas, como los derechos de los niños y las niñas, la historia argentina. Creo que es importante que exista este canal porque enseña a los niños y a las niñas más pequeños de manera divertida. Lo recomiendo para que puedan aprender de forma entretenida”, dice Juancho de 12 años, desde Córdoba.
Yo aprendí muchas cosas que en el colegio no entendía, como la Revolución de Mayo o la historia de distintos próceres argentinos”. (Flor).
Pero además de viajar en el tiempo con Zamba y conocer desde las Invasiones Inglesas hasta la Guerra de Malvinas, con Pakapaka se puede practicar yoga, aprender canciones, conocer más sobre nuestro cuerpo y nuestra mente y cocinar platos latinoamericanos y argentinos. “Lo que más me gusta de Pakapaka es que enseña cosas con entretenimiento y es el único programa para niñes que no tiene propagandas, eso está muy bueno. Lo que aprendí mirándolo fueron muchas lecciones de vida, muchos movimientos de yoga, muchas canciones, cosas sobre la amistad y el amor. No aparecen cosas inapropiadas o fuera de lugar y nos entretenemos mirándolo. Mis hermanos y yo crecimos viendo Pakapaka, se puede ver sin que te haga mal. Se lo recomendaría a mis amigues porque enseña cosas de una manera divertida, no cuesta nada y aprendés un montón”, explica Teo de 10 años, desde Los Cardales, provincia de Buenos Aires.
La inclusión de una manera propia de entender nuestra historia y la historia de las sociedades latinoamericanas estuvo en el centro de la escena desde su nacimiento: “A mí me gustaba la Princesa Medialuna porque todas las noches vivía una aventura diferente y porque era una princesa de nuestro continente”, dice Lola de 12 años, desde Barracas, Caba. Lola tenía 7 meses cuando el canal nació al mundo y creció mirándolo: “También miraba Listo el pollo y creo que es por eso que ahora me encanta cocinar y me gustaba porque siempre tenían una razón especial para cocinar cada plato. Con Los mundos de Uli disfrutaba un montón también por las historias que contaban y porque era de personas y de dibujitos. Les recomendaría a otros niños y niñas que miren Pakapaka porque aprendés y te divertís al mismo tiempo”.
“A mí me gustaba (y me sigue gustando) Pakapaka, porque tiene mucha variedad de cosas para ver. Yo veía ¿Neuroqué?, Escondidos en el museo, La asombrosa excursión de Zamba, El capitán nariz de lata, Floopaloo, Medialuna, Amigos, Listo el pollo, Vuelta por el universo y Hostal Morrison. Lo que más me gusta es que es apto para todo público y tiene cosas entretenidas. Me parece importante que exista y lo recomendaría por esta misma razón: es educativo y apropiado para todo público”, explica Luana de 12 años, desde 9 de Julio, provincia de Buenos Aires.
“A mí me gustaba la Princesa Medialuna porque todas las noches vivía una aventura diferente y porque era una princesa de nuestro continente”

Florencia ya está terminando la secundaria pero tiene en su recuerdo los mediodías con Pakapaka cuando almorzaba mirando Zamba antes de ir a la escuela: “Es importante que los chicos y las chicas de hoy en día puedan mirar Pakapaka porque es un contenido didáctico, de calidad, me parece muy buen canal. ¡Es re lindo recordar lo que vimos cuando éramos chicos!”. Además, Flor agrega que “podés aprender jugando y todo el mundo puede acceder a su contenido. Yo aprendí muchas cosas que en el colegio no entendía, como la Revolución de Mayo o la historia de distintos próceres argentinos”.
“Mamá, tenemos que hacer la tarea”, grita Amanda desde su habitación mientras pone en el celular un link que les mandó la maestra. En la pantalla se ve a una niña contando por qué migró de Cuba a Argentina. De allá para acá es otro de los programas del Canal que cuenta, a través de niños y niñas protagonistas, qué es el fenómeno de la migración. Ya son millones los niños y las niñas que aprendieron historia de la mano de los viajes de Zamba y sus amigues. Y en no pocas escuelas y jardines se hicieron los ejercicios de yoga del conocido gato hindú de Yoga para niños. La inclusión del respeto a las diversidades, el medio ambiente, así como la visibilidad de las luchas de las mujeres también están presentes en Pakapaka: muchas niñas y niños saben hoy, por ejemplo, quién fue Juana Azurduy gracias al Canal y sus contenidos. La Generación Pakapaka que fue tratada con ternura y respeto en el jardín de Minimalitos, hoy egresa de la primaria y se prepara para vivir una adolescencia inclusiva y libre.
Pakapaka
Esta nota fue escrita por

Por Inés Hayes
Es periodista y docente universitaria en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y en la Carrera de Comunicación de la UBA. Escribe en Las 12, suplemento feminista de Página 12 y en la CTA.
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