

UN GRUPO DE DOCENTES ELIGE SU PROGRAMA FAVORITO
"SOS Mediadores": tomar la palabra
Qué mejor que aprender, ya en la infancia, que lo importante no es evitar los conflictos, sino aprender a transitarlos con diálogo. “S.O.S. Mediadores” deja algo en claro: ante un problema, el primer paso es reconocerlo.
Publicado: 25.03.2022
Por: Ezequiel Etchenique, Dafne Senitzky, Sonia Villella
Categoría: Escenas
A menudo en la Escuela aprendemos y enseñamos que, ante las dificultades, la salida más democrática es sentarse a charlar hasta resolverlas. Basada en esta premisa, S.O.S. Mediadores brinda estrategias para trabajar en la resolución de conflictos en pos de prevenirlos. Lo interesante de la propuesta es que no se trata de una ficción porteña sino de la representación de problemas reales surgidos en diferentes instituciones educativas a lo largo y ancho del país.
El Programa Nacional de Mediación Escolar, fruto de la vigente Ley de Educación Nacional, lleva casi dos décadas en vigencia. Se encarga de resolver conflictos de convivencia entre pares con intervención de los mismos estudiantes, generalmente los de los últimos años, quienes se capacitan como promotores de la mediación. El éxito dentro de las aulas se convirtió en el motor de esta interesante apuesta audiovisual. La televisión se puso al hombro la tarea de acompañarnos y eligió cómo representarnos: nos muestra vulnerables y fuertes en las disyuntivas para obtener el respeto, para ganarnos la confianza, en los vericuetos para consolidar amistades, para identificar qué secretos preservar y cuáles nos oprimen, en las discusiones y peleas por las reglas del juego. También nos cuenta cómo la comunidad educativa toda se compromete en la autogestión de estos conflictos.
S.O.S. Mediadores deja algo en claro: ante un problema el primer paso es reconocerlo. Por ese motivo, las niñas y los niños involucrados en un desacuerdo expresan qué situación los ha disgustado y dan consentimiento a la intervención de terceros.
S.O.S. Mediadores deja algo en claro: ante un problema el primer paso es reconocerlo. Por ese motivo, las niñas y los niños involucrados en un desacuerdo expresan qué situación los ha disgustado y dan consentimiento a la intervención de terceros. Así inicia una mediación televisiva. A continuación, uno o dos estudiantes bajo el rol de mediadores se dirigen a las partes, y a su vez a las audiencias, y explican cuáles son las reglas del diálogo: tomar la voz por turnos, no interrumpir, permitir la expresión de sentimientos y procurar soluciones. La exposición transcurre en un clima empático y cordial en el que cada parte elige cuidadosamente cómo expresar sus puntos de vista. En la Escuela ningún problema es menor, en la pantalla tampoco. Chicas y chicos realizan grandes esfuerzos de introspección y buscan qué ceder de la postura propia para encontrar puntos en común. Finalmente, se firma un pacto con acciones prácticas para evitar futuros conflictos. Y, como si fuera poco, las y los participantes cierran el programa compartiéndonos cómo se sintieron en el proceso de mediación. Quienes a menudo nos encontramos al frente de las clases entendemos que esa autoevaluación de nuestros estudiantes es clave para medir los logros de una planificación. Por eso, valoramos las reflexiones que se repiten en boca de las y los protagonistas al cierre de cada capítulo: “gracias a la mediación, pudimos volver a ser amigos”, “fue una mejor manera de resolver problemas”, “sin violencia”, “sirve para no pelearnos más”, “pudimos hablar”, “me siento relajada, más liviana”, “estoy contento”, “estoy comprometida a cumplir mi parte”.
SOS Mediadores.
Paka Paka Web
Como trabajadoras y trabajadores de la Escuela nos reconocemos en esta representación de S.O.S. Mediadores. Una Escuela inclusiva que integra sus diferencias y olvida sus pretensiones de “normalidad”; una Escuela plural que habla con las tonadas que de norte a sur y de este oeste, embellecen a nuestra patria. Nos sentimos parte de una misma tarea que se encuentra en permanente movimiento. El vaivén de la ardua deconstrucción de aquellas estructuras y mandatos que nos indican existe un único camino posible, homogéneo y excluyente. El de construir múltiples y diversas oportunidades para emitir opinión y tomar decisiones responsables y activas. Nos encontramos orgullosos, actores y espectadores en la programación del canal Pakapaka, un canal educativo porque nos piensa y acompaña. Tal como indica el recientemente elaborado Código de Ética para la Televisión Pública, una pantalla “respetuosa de la diversidad, promotora de la defensa de la comunicación como derecho humano y no como negocio u operación de prensa; de las audiencias como plenos sujetos de derecho y no como consumidores, y de la información como bien social y no como mercancía, para garantizar la búsqueda de la verdad y fomentar la construcción ciudadana”. Si alguna vez se percibió a la Escuela como una antítesis de la televisión, hoy contamos con una televisión que hace Escuela. ¡Gracias por eso!
Esta nota fue escrita por

Por Ezequiel Etchenique
Traductor técnico científico literario de inglés, egresado del Lenguas Vivas. Director de talleres de juegos de rol.

Por Sonia Villella
Profesora y maestra de grado en escuelas públicas de CABA. Comunicadora Social, casi licenciada.

Por Dafne Senitzky
Profesora de Educación Primaria, graduada del Normal 10. Maestra de grado y de trayectorias escolares en escuelas públicas del Distrito Escolar 15 CABA.
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